Ya he anotado en este blog varias novelas de Foenkinos, un autor descubierto hace pocos años que me gusta mucho. Esta novela, sin llegar al excelso nivel de La delicadeza, no defrauda en absoluto. Creo que podemos considerar al escritor francés como un valor seguro, una garantía de gozo lector.
En Estoy mucho mejor un arquitecto parisino de mediana edad narra en primera persona, a modo de diario, el acontecer de sus días desde un domingo por la tarde en el que habían invitado a comer al matrimonio de amigos de siempre y le empieza un dolor en la espalda. El narrador protagonista –lo llamaré Él, porque no aparece su nombre en el texto– está casado con Eloise y tienen dos hijos que ya no viven en la casa: Alice se ha mudado a vivir con su novio, bastante mayor que ella (lo que a Él no le hace ninguna gracia y de hecho aún no ha ido a visitarlos); Paul, el menor, se había ido a completar sus estudios universitarios a Nueva York. El matrimonio, al quedarse solos, ha entrado en una fase de desconcierto, de crisis larvada, aunque Él no se da cuenta.