miércoles, 23 de marzo de 2022

Love songs, Carlos Zanón

De Carlos Zanón (Barcelona, 1966) ya había leído dos libros: Tarde, mal y nunca (2011) y No llames a casa (2012). Ambas eran novelas negras, las  primeras incursiones en este género de quien hasta entonces había publicado fundamentalmente poesía. Ambientadas en Barcelona, con un estilo descarnado y un ritmo ágil, lo cierto es que disfruté mucho de ambas (de hecho, las leí seguidas y en pocos días). Dos años después acaba de publicar un nuevo libro y leo los dos primeros capítulos en Babelia. No es que me impacten, pero me pican la curiosidad lo suficiente para animarme a su lectura; también porque cedo a las reseñas laudatorias (con demasiadas pintas de ser pagadas por la editorial) que se empeñan en colocar al barcelonés en el Olimpo de la actual narrativa hispana. En fin, que me pongo a ello.
 
La historia es simple: tres músicos –Eileen, Jim y Cowboy– de cierto renombre y se supone que ya talluditos (yo calculo que entrados en la cuarentena), deciden abandonar el glamour del showbussiness y meterse en una camper a recorrer desde Barcelona hacia el Sur el litoral, haciendo bolos en campings y locales cutres (hay un cuarto personaje, que es el chófer del vehículo). El viaje es una especie de intento de recuperar las esencias de cada uno de ellos en incluso de las raíces de su amistad, de su amor. Para ello quieren situarse, como si de un lugar se tratara, en 1985 –año para ellos mítico– y se dedican a interpretar solo canciones de esa época. La novela va avanzando siguiendo el itinerario viajero de los protagonistas (con algunos flashbacks, como por ejemplo a la estancia iniciática en Escocia), describiendo los incidentes varios que les suceden, con parquedad de palabras y dejando, entre dos capítulos consecutivos (que son breves, lo que se agradece) cortos vacíos narrativos, lo que da la sensación de ir avanzando a saltos, aunque no se llega a perder la continuidad de la trama.
 
La escritura de Zanón es potente, segura y envolvente; no cabe duda que el tipo domina el oficio. Sin embargo, esta novela no me ha atrapado. Quizá porque la historia no me ha interesado demasiado, quizá porque los protagonistas no me han seducido, quizá porque todo el desarrollo desilusionado conducía irremisiblemente a un final demasiado previsible y nada alentador. No obstante, no diré que es mala; como en una separación amorosa, diré que no eres tú, soy yo; en estos momentos, este libro no era para mí.
 
Leído entre el 15 y el 22 de marzo 


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