En la última novela que escribí, Mr Gwyn, se
alude, en un momento dado, a un breve libro escrito por un angloindio, Akash
Narayan, titulado Tres veces al amanecer. Se trata naturalmente de un
libro imaginario, aunque en los imaginarios sucesos allí relatados desempeña un
papel en modo alguno secundario.
El hecho es que mientras escribía esas páginas me
entraron ganas de escribir también ese pequeño libro, un poco para darle una
leve y lejana secuela a Mr Gwyn y otro poco por el puro placer de ir en pos de
una idea determinada que tenía en la cabeza. Así que, tras terminar Mr Gwyn, me
puse a escribir Tres veces al amanecer, algo que hice con sumo gusto. (Nota del autor al principio del libro).